En estos últimos años estuve trabajando en una serie de imágenes que solo aparentemente no estaban relacionadas entre si, pero conforme cobraban vida, iban estableciendo un dialogo en el cual se evidenciaba un concepto en común: La ausencia.
En “24” la imposibilidad de transitar en un espacio imaginario desemboca en la negación del espacio mismo.
En “ZAPATEAR AL AIRE” hay una imposibilidad de producir sonido que provoca una paradójica negación del sonido.
En “LO CONTRARIO DE UNO” la dificultad de expresarnos termina produciendo una incomunicación y una negación de la palabra.
En “LOS INNOMBRABLES” no se puede fijar la atención en un rostro concreto y las identidades se mezclan y se confunden.
En definitiva creo que estos trabajos videos están salpicados de pequeños gestos encontrados y unidos entre si por una búsqueda común. Son trabajos sobre ciertas perdidas cotidianas y la necesidad de recuperarlas. Ya sea palabra, espacio propio, sonido o identidad. Estas acciones también demuestran la necesidad de intervenir sobre la realidad misma, como si de un acto escultórico se tratara. A pesar de que muchos estén impulsados por el medio fotográfico, también remarcan las limitaciones del mismo, entonces es cuando surge la necesidad de documentar estas intervenciones con otros medios.
Dibujar con gestos rápidos sobre una pared una nueva puerta, depositar con ímpetu unas huellas en la arena, gritar desesperadamente en búsqueda de una comprensión, sobreponer miradas y rostros como si de uno se tratara. Acciones comunes que evidencian la ausencia de algo.
FRANCESCO BARTOLI 2010
